El diseño de las llantas es inspirado por las carreras de Fórmula-1. Su ADN de competición es evidente en varios detalles: los radios son escasos y se extienden desde el centro de la llanta
hasta el borde externo, el centro está tallado, al igual que en las llantas de carreras.
Gracias a la aplicación de la tecnología de HLT, la llanta adquiere características mecánicas muy similares a las de una llanta forjada, asegurando que se han conseguido dos objetivos vitales
- la reducción de peso y fuerza.
La versión central mono lock está diseñada para Porsche GT2, GT3 y Turbo.